Primera Nacional
Patronato fue un claro Patrón
2024-09-22
GM Distribuciones
El Rojinegro se despertó y goleó 4-0 a Estudiantes de Caseros en el Estadio Grella. El Negro golpeó en los momentos justos y, un día, aprovechó los errores del rival. Primera final, adentro.
Por: Gaby Obelar
¡Pero claro, Patrón! Contundente triunfo de Patronato, para volver a confiar o despertar. Efecto reacción. Luego de recibir un mazaso en Remedios de Escalada, jugando feo y cayendo ante un rival directo, el Rojinegro reaccionó, se despertó de esa siesta que le cayó mal.
Este domingo, ante Estudiantes de Caseros, jugó su primera de las seis finales para sostener la categoría. Pueden ser menos finales, dependiendo de Patrón, claro, cómo también de los demás resultados. Pero, cómo dice el típico refrán, "jugando así vas a ganar más de lo que vas a perder".
El Negro mostró distintas caras, en el arranque, intenso, peligroso. Perdió la pelota y, en un genial pase de Juan Perotti para la diagonal de Valentín Pereyra, participe en los dos primeros goles, encontró los caminos. Centro, dio en la mano de Perales, penal y (de pie) gol del máximo artillero de Patronato: Emanuel Dening. El correntino, otra vez clave, abrió la cuenta para su elenco, que tras el tanto, no pudo volver a desequilibrar.
Aguantó, sin sobresaltos, salvo por un remate de Silva que pasó cerca, después, controló Salvá y la zaga, que si bien le costó con Ovando (¿Porqué no apuntar ese apellido?), estuvieron sólidos. De más a menos en la primera parte Patronato, que golpeó en el mejor momento del rival y, luego, supo sostenerse en ventaja.
En el complemento, la cosa tuvo flashes del encuentro ante Quilmes, al menos en los primeros minutos en los que el Pincha de Caseros se lo quiso llevar puesto. Hasta que apareció la genialidad de Perotti. Valentín Pereyra ganó la pelota sobre la esquina, amagó, descargó para Barinaga que en velocidad lanzó un centro, para un cabezazo letal, de palomita de Juan Perotti. Pelota a un lado, Budiño estático. 2-0 y, cómo en la primera mitad, en el momento justo, cuando el rival intentó crecer.
Pero lo que supo hacer Patrón, fue terminar de liquidar el pleito, aprovechando el peor pasaje de Estudiantes. Bonansea hizo expulsar a Silva, porque fue toda del 9 (Bilardo estará emocionado). Con 10 el de Caseros, Patronato fue una topadora, con espacios, pufff... Lastimó. De un lateral, Dening giró, lanzó el centro y, por el segundo palo, Bonansea hizo lo que todo nueve debe hacer, empujarla a la red. 3-0. Fiesta ya en Villa Sarmiento.
Dos minutos más tarde, corrida de Pereyra, centro al medio, Dening (malogró un mano a mano), asistió a Bonansea que en velocidad no perderó. Le rompió el arco a Budiño. 4-0. Historia liquidada y, cómo alguna paradoja de la vida, comenzó a soplar aire para el oxígeno que comenzó a sentir el Santo, que terminó con Salvá revolcandose, con cambios para rotar y descansar, que no pudo seguir estirando la diferencia, pero cumplió.
Patronato fue el claro Patrón del encuentro, sólido, contundente, preciso para lastimar, acompañado de la efectividad. Tomó aire. Ganó su primera de las seis finales, levantó, festejó. Debe quedar ahí, por que el próximo sábado, en San Martín, jugará otra final, ante un rival directo, por ahora, cómo Chacarita. Pero Patrón, va....
