El Rojinegro igualó 1-1 ante el Cruzado en Mendoza, sumó, mostró otra cara pero no sale de la mala racha. Julián Marcioni cortó la sequía Santa que se prepara para recibir a Deportivo Madryn el próximo domingo.

Por: Gaby Obelar

Patronato terminó cumpliendo su cometido, si bien no logró ganar en Mendoza ante Deportivo Maipú, cambió la cara. Para muchos, el cotejo era una muestra de caracter y Patrón lo mostró, aunque no le alcanzó. Fue 1-1, pudo ser triunfo, también una derrota clara. Sumó en otros aspectos que fue lo relevante.

Ante el Cruzado el conjunto de Gabriel Gómez mostró otra cara, llevó a cabo un plan que se vio manchado por ese centro que terminó en gol de Paredes que se le metió por el segundo palo a Cháves, de otro buen partido. Pereyra volvió a demostrar ser el mejor y el resto un crecimiento: bien Gallucci, Marcioni levantó, Navas correcto y Barinaga momentos claves.

Pese a ser vertical, nunca terminó de romper el cero. Es más, post-gol en contra, el Rojinegro acusó reacción, tardía pero reacción al fin. Conexión Bari Pereyra, centro y gol de Marcioni. Racha de goles, rota. Pero no le alcanzó. En el complemento, con línea de cinco la fluidez ofensiva mermó, no cayó, porque Patronato siguió con situaciones de gol, claras en algunos casos, pero no le alcanzó.

Las chances fueron despejadas, Pietrobono se llevó algunos elogios, como los palos que salvaron al Negro. Maipú cambió piezas ofensivas, llevó contra la red al conjunto de Gómez que salió ileso. No por fallas defensivas, si por méritos del rival que tuvo dos chances clárisimas y no las terminó de concretar.

Patronato sumó un empate, positivo porque cambió su imagen, mejoró el rendimiento, volvió a marcar y tuvo reacción, hubo caracter. No le alcanzó, por ahora, para terminar esta seguidilla sin triunfos. Llegó a cinco, su segundo empate al hilo. El próximo domingo en el Grella, intentará torcer la historia y celebrar después de mucho en casa y en el Torneo. Se viene Deportivo Madryn.