El Rojinegro venció 1-0 a Gimnasia de Jujuy y, producto de otros resultados, salió del fondo de la Zona A. Sin brillar, Patrón se quedó con un triunfo clave para respirar.

Por: Gabriel Obelar

Poco importaban las formas o si se jugaba lindo, Patronato sabía que tenía que ganar, que era la única opción viable ante Gimnasia de Jujuy, un rival de justo, con su jerarquía, con sus nombres propios y con un presente muy distinto. Con este contexto, los métodos eran los menores relevantes.

Patrón lo entendió, más allá de que le costó y mucho, sobre todo en el primer tiempo, en el que no jugó bien y, de no ser por la figura de Julio Salvá, hubiera sufrido más de la cuenta. El arquero y capitán salió lejos para evitar, a los 21 de la primera parte, que Molina encare solo al arco. A los 30, tapando un fuerte remate de Albertengo y, en el final, contuvo un mano a mano de Palavecino, que luego derivó en un inentendible penal sancionado, que también atajó.

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La figura de Salvá ocultó, de cierta forma, lo flojo que jugó el conjunto de Pozo. Sin sociedades de tres cuartos de cancha en adelante, sin peso ofensivo y desequilibrio. El Negro pasó la mitad de cancha y siempre la perdió y debió correr detrás de la pelota. Padeció las contras. No fue bueno, la única clara la malogró, en una especie de presagio: Valentín Pereyra (que entró por Purita lesionado), encaró, se metió en el área y, en un centro atrás, encontró a Gonzalo Asis que definió mal.

Lógico, el clima del Grella, no fue el mejor. Murmullos y malestar. Patronato no encontró los caminos y la primera mitad fue más de lo mismo que fecha a fecha. Sumado a que desperdició y ejecutó mal todas las pelotas detenidas que tuvo a su favor. Intentó hacer la más compleja, jugadas preparadas, aunque cuando intetó a la hoya, no acertó.

En el complemento la cara fue otra. Gimnasia también fue otro. El rival bajo el ritmo o Patrón lo aumentó. Lo cierto es que desde el minuto cero, el Rojinegro fue más, ganó los duelos en campo propio, de a poco se hizo dueño de la pelota con Turraca cómo amo y señor del medio campo, Asis se proyectó con inteligencia, Pereyra comenzó a tomar más contacto con la pelota y los puntas, Coronel y Dening más participativos.

Es más, Coronel tuvo dos clarísimas frente a Bigo, pero no acertó. Las dos chances, intentó bombearlas por encima de la humanidad del arquero visitante, pero los dos intentos terminaron por encima del travesaño, el primero con mucha displicencia, el segundo con un poco más de suavidad, pero sin punteria al fin. Sin brillar, pero con lucha y empuje, fue más, dominó acciones y consiguió su premio.

A los 37, Pereyra lanzó un córner al corazón del área. Asis fue, empujó, remató y terminó de empujar la bocha a la red. El grito fue un desahogo de Patronato mismo. Intentó, más que Gimnasia. Se acomodó y logró imponerse, con poco, le alcanzó. Lo positivo que tampoco sufrió, Salvá no tuvo actividad en la segunda parte más que descolgar algún que otro centro, pero vital en el desarrollo del juego.

De aquel penal a la reacción y al empuje. Patronato lo ganó por intentar, por empujar, por animarse. Premio mayor. Victoria clave para respirar, para agarrar un poco de oxígeno de cara a otra prueba fuera de Paraná, la cuota pendiente de un elenco que necesita enderezar el barco. El próximo domingo, visitará a Deportivo Maipú.

-SINTESIS SANTA- Patronato 1-0 Gimnasia / Gol: 37'ST Asis / Formación: Julio Salvá; Gonzalo Asis, Gabriel Díaz, Santiago Bellatti, Diego Martínez; Maximiliano Rueda, Gustavo Turraca, Emiliano Purita; Arnaldo González; Franco Coronel y Emanuel Dening. DT: Diego Pozo. // Cambios: Valentín Pereyra por Purita; Alan Bonansea y Emanuel Maciel por Rueda y González; Joel Ghirardello y Bartolomé Velásquez por Dening y Coronel. // Amarillas:* Purita y González. // Árbitro: Maximiliano Macheroni (malo) // Estadio Presbítero Bartolomé Grella.

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