El correntino demostró, una vez más, la jerarquía y calidad que hostenta. En los últimos partidos, la única opción de ataque de Patronato. Lo mejor en los últimos partidos.

Julio Salvá, Gustavo Turraca y Emanuel Dening, en los últimos partidos, son de los pocos que salvan la ropa en Patronato. Este domingo, el delantero correntino volvió a demostrar la jerarquía que posee, la calidad y experiencia que hostenta.

El ex Tigre, entre otros, aguantó todo lo que le tiraron, generó infracciones cerca del área, peleó siempre contra los centrales, de los pocos que siempre fue y habló con Joaquin Gil, de los pocos que intentan. Ante Ferro, no fue la excepción. El atacante fue, sin dudas, lo mejor de Patrón. Pero solo no puede.

El punta asoció, gestó, habló. Fue voz de mando y, por segundo partido consecutivo, mostró su calidad y jerarquía en el arco rival para meter, otra vez, al Negro en el encuentro en la desventaja. En el complemento, realizó un lateral, esperó para volver a tener la bocha y asistió a Franco Coronel entre líneas, pero terminó exhausto para llegar al área ¡Y sí!

"La jerarquía se paga", reflexionó un entrenador y quedó demostrado que a este elenco, le falta eso. Padeció esa ausencia en lo que va del 2024, hasta la llegada del correntino que le dio otra cara al equipo, que fecha a fecha cambia o que no muestra, desde lo individual, el mismo nivel fin de semana a fin de semana y se nota.

En un fútbol en el que se habla de que es refuerzo y que es una incorporación, Dening demostró ser el único refuerzo, hasta aquí, del Rojinegro. Ojalá, alcance.

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