Thiago, Ignacio y Federico, nacieron juntos, crecieron juntos y también comparten la misma pasión: el fútbol. Hoy son tres de las grandes promesas de las inferiores del Rojinegro que también observa el Pincha.

Los hermanos Cersofios vienen marcando el camino en las divisiones juveniles de Patronato. Aunque comparten apellido, camiseta y año de nacimiento, cada uno aporta su esencia dentro de la cancha: Thiago se destaca como volante por derecha, Nacho es lateral derecho y Fede brilla como enganche, habiendo sido el goleador de AFA en su categoría durante la temporada pasada.

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La historia de los Trillizos comenzó en Belgrano de Paraná, donde empezaron a jugar a los 7 años. En 2021, recibieron el llamado de Ariel Giacinti, que los incorporó a las juveniles de Patronato. Desde entonces, no pararon de crecer.

Hace unos días, vivieron una experiencia distinta pero muy valiosa: fueron invitados por Estudiantes de La Plata a una prueba en la categoría correspondiente a su edad. Todo comenzó con un llamado al coordinador Rojinegro, Martín De León, que con el permiso correspondiente del club, otorgó permiso a las jóvenes promesas para viajar a la capital de Buenos Aires.

“Desde Estudiantes se comunicaron con Martín pidiéndole si podíamos ir tres días a prueba. Después él nos contó a nosotros y fuimos con mi papá”, relató uno de los hermanos, confirmando la información de Código Patrón.

La experiencia fue más que positiva: “Nos trataron muy bien a los tres. Siempre muy amables, nos dieron ropa y entrenamos a la par de los chicos de allá”, contaron quienes hacen de las suyas con la camiseta Santa y llaman la atención fin de semana a fin de semana.

Los Cersofios, además de compartir la sangre y la pasión por la pelota, suman entrega, disciplina y talento. Tres caminos distintos dentro del mismo sueño que nació en casa y hoy crece con fuerza en las canchas de Patronato y, quién dice que no, también lo puedan hacer en Estudiantes.

EL ÚLTIMO JUVENIL QUE DE PATRÓN EMIGRÓ AL PINCHA

Mateo Burdisso es el caso más reciente de un juvenil de Patronato que partió al Pincha. En el 2020, el central dejó las formativas Santas para partir a La Plata, donde estuvo durante 3 años. Firmó su primer contrato profesional y hasta concentró un partido, sin sumar minutos profesionales.

En el 2024, luego de quedar en libertad de acción, regresó al Rojinegro, dueño de una parte de su pase. En calle Grella debutó profesionalmente y sumó minutos, hasta que emigró a principios de este año a Delfin de Ecuador tras rescindir su vínculo.

Otro de los casos, pero totalmente diferente fue el de Juan Cruz Guasone, que de ser campeón con Patronato y pieza clave del equipo de Facundo Sava fue comprado por Estudiantes. Hoy, busca su rumbo tras un trunco paso por la Serie B de Italia.